
¿Posees o gestionas una página web, un e-commerce o un Marketplace. Tu fuente de información sobre cómo gestionar contenidos, procesos o inversión se centra en la interpretación de Análitica Web. Pero tu negocio no despega, ¿qué estás haciendo mal?
Esta es una pregunta que muchos negocios online se hacen a diario. A pesar de invertir miles de euros en diseño, marketing digital, adwords, publicidad en redes sociales, etc., es muy difícil llegar a ratios de conversión que garanticen la viabilidad de un proyecto online.
¿Qué estoy haciendo mal? ¿En qué me estoy equivocando?
Llegados a este punto, permítenos hacerte unas cuestiones básicas:
- ¿Conoces el comportamiento de cada perfil de cliente que visita tu web?.
- ¿Sabes si tu propuesta visual responde a las expectativas?
- Los mensajes que quieres transmitir, ¿generan interés, confusión o sencillamente pasan inadvertidos?
- Los embudos de compra, ¿responden a un proceso lógico?
- El cliente, ¿se siente atraído por la experiencia que supone navegar en tu web?
- ¿Por qué te elige a ti frente a tu competencia? O peor aún, ¿por qué te abandona para dejarse seducir por otros?
Si tienes respuesta a todas estas cuestiones, enhorabuena, estás en el camino perfecto para hacer de tu propuesta una fuente de éxitos. Pero si en algunas de ellas no eres capaz de responder de forma clara y con una base contrastada, probablemente, formarás parte de ese universo de negocios online que a base de inversión en posicionamiento y marketing digital morirá con las botas puestas preguntándose, ¿en qué demonios me he equivocado?

Cuando gestionamos un negocio online, centramos todo nuestro esfuerzo en entender métricas (tráfico, tiempos de permanencia, rebote, abandono, conversiones…..). Referencias matemáticas que muestran lo que ocurre en una web en un momento determinado.
Desde un punto de vista analítico esto puede ser útil, ya que nos muestra un comportamiento “anónimo” en un momento determinado, pero desde nuestro punto de vista sigue sin responder a porqué se da ese comportamiento (porque no se perciben los mensajes, porque nos abandonan cuando están en carrito, porque nuestra propuesta visual genera abandono…..).
La navegación online reduce nuestros sentidos a un espacio de interpretación, el visual, que es el que activa el resto de emociones y comportamientos.
Conocer cómo los diferentes usuarios de nuestras propuestas entienden, enfatizan, disfrutan o se identifican con ellas es clave para diferenciarse frente al resto de competidores.

Después de diversas publicaciones e investigaciones en revistas del alto impacto científico, hemos concluido diferentes patrones de comportamiento que ayudan a presentar contenidos y procesos online que se identifican con las auténticas necesidades de nuestros clientes.
Trabajamos sobre tres cualidades fundamentales en el entorno online: comportamiento visual, comportamiento emocional y comportamiento cognitivo.
Comportamiento visual:
Analizando el comportamiento visual de un usuario podemos conocer aspectos como:
- Orden de atención visual.
- Espacios donde la atención se fija.
- Tiempo de fijación visual.
- Porcentaje sobre el resto de tiempo de atención visual.
- Jerarquía visual de las áreas de interés.
Esta información nos permite entender áreas tan importantes como:
- El nivel de atracción de la propuesta visual.
- La efectividad de los contenidos, imágenes, claims, mensajes promocionales….
- El orden de navegación y las pérdidas de interés y control.
Comportamiento emocional:
El análisis del comportamiento emocional se centra en:
- Identificar el tipo de emociones que genera la web (alegría, rechazo, sorpresa, confusión, frustración, empatía, etc.).
- Localizar picos de estrés durante la navegación.
- Comprender la reacción emocional según distintos perfiles de clientes.
Con la información obtenida somos capaces de:
- Entender los motivos de un abandono o rebote.
- Comprender qué aspectos de la web generan bloqueos desde el punto de vista emocional y cuáles proporcionan un estímulo emocional positivo (contenidos, imágenes, mensajes, procesos, etc.)
- Eliminar diseños y procesos que generan confusión y abandono.
- Entender cómo influye la propuesta visual en los diferentes perfiles de usuarios.
Comportamiento cognitivo:
Desde el punto de vista cognitivo, el análisis del comportamiento se centra:
- Valoración de los niveles de engagement y carga cognitiva, es decir, identificar los puntos que generan más atracción y aquellos que saturan mentalmente al usuario.
- Análisis de navegabilidad para localizar los puntos de fricción que generan confusión y abandono.
- Estudio de posicionamiento cognitivo frente a la competencia.
El resultado del estudio del comportamiento cognitivo nos servirá para:
- Diseñar una propuesta online que enganche más al cliente.
- Desestimar contenidos sobredimensionados.
- Filtrar los contenidos más efectivos y atractivos de la web.
- Eliminar procesos inútiles que generan confusión y no contribuyen a una navegación lógica.
El análisis de estas variables en un entorno online se ha revelado como una fuente de información fundamental para la optimización de nuestras estrategias en Marketing Digital.
“Conocer la naturaleza de los diferentes perfiles de usuarios, sus prioridades, necesidades, preferencias o perspectivas son un elemento clave en la consecución de conversiones.”
Las propuestas online han de centrarse en las expectativas de sus clientes. Orientar sus estrategias hacia la diferenciación emocional de sus contenidos. Ser uno más ya no vale. Ha llegado el momento de tocar “la patata” de tu público.